La Naturaleza de los Volcanes
Los volcanes son montañas, pero son muy
diferentes a las otras montañas; no están formados por plegamientos y roturas o
por elevación y erosión. Por el contrario, los volcanes se forman por la
acumulación de sus propios productos eruptivos –lava, bombas volcánicas
(incluidas en los flujos de cenizas) y tefra (cenizas y polvo). Un volcán es
generalmente una colina o montaña cónica construida alrededor de una abertura
que conecta con reservas de rocas fundidas bajo la superficie de la Tierra. El
término volcán también se refiera a
una grieta o abertura por donde es expulsada roca fundida y sus gases
asociados.
Empujada por la fuerza
ascensional y la presión de los gases la roca fundida, que es menos densa que
las rocas sólidas, fuerza su subida y puede finalmente romper a través de zonas
de debilidad de la corteza terrestre. Si eso ocurre, comienza una erupción, y
la roca fundida puede derramarse desde la abertura como flujos de lava no
explosivos, o puede salir violentamente como nubes densas de fragmentos de
lava. Los fragmentos más grandes vuelven a caer alrededor de la abertura y sus
acumulaciones pueden moverse ladera abajo por acción de la gravedad como flujos
de ceniza. Algunos de los materiales finos expulsados pueden ser arrastrados
por el viento para caer a distancias considerables. Las partículas de ceniza
más finas pueden ser inyectadas kilómetros en la atmósfera y ser transportadas
muchas veces alrededor del planeta por los vientos estratosféricos antes de ser
depositados.
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Lava
manando y derrubios volcánicos durante la erupción de Kilauea Iki en 1959 en
el Volcán Kilauea, Hawai. |
La roca fundida del
interior de la Tierra que sube por una abertura volcánica se conoce como magma, pero después de la erupción desde
el volcán se le llama lava. Originada
a muchas decenas de kilómetros bajo la superficie, el magma ascendente puede
contener algunos cristales, fragmentos (sin fundir) de rocas circundantes y
gases disueltos, pero fundamentalmente es un líquido compuesto principalmente
por oxígeno, silicio, aluminio, hierro, magnesio, calcio, sodio, potasio,
titanio y manganeso. Los magmas también contienen trazas de muchos otros
elementos químicos. Durante el enfriamiento, el magma puede precipitar
cristales de distintos minerales hasta que la solidificación se completa para
formar una roca ígnea o magmática.
El diagrama siguiente
muestra que el calor concentrado en el manto
superior de la Tierra alcanza temperaturas suficientes para fundir las rocas
localmente por fusión de los materiales con punto de fusión más bajos, dando
lugar a masas pequeñas, aisladas de magma. Estas “gotas” se unen, suben por
conductos y fracturas y algunas finalmente pueden ser recogidas en grandes
bolsas o reservorios (cámaras magmáticas) unos pocos kilómetros bajo la
superficie. La presión ascensional en los reservorios puede llevar al magma a
zonas superiores a través de zonas estructuralmente débiles y erupcionar como
lava en la superficie. En un ambiente continental los magmas se generan en la
corteza y también a distintas profundidades en el manto superior. La variedad
de rocas fundidas en la corteza, además de la posibilidad de mezcla con
materiales del subyacente manto, conduce a la producción de magmas con muy
diferentes composiciones químicas.
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Diagrama
idealizado de un volcán en un medio oceánico (izquierda) y en un medio
continental (derecha). |
Si los magmas se
enfrían rápidamente, como cabe esperar cerca de la superficie de la Tierra, se
solidifican para formar rocas ígneas con cristales pequeños o vítreas con pocos
cristales. En consonancia, las lavas, que por supuesto se enfrían muy
rápidamente, forman rocas volcánicas con un pequeño porcentaje de cristales o
fragmentos englobados en una matriz de vidrio
(magma enfriado o super-enfriado) o con materiales cristalinos de grano muy
fino. Si los magmas no alcanzan la superficie y permanecen en el interior, se
enfrían mucho más lentamente lo que da tiempo para permitir la precipitación y
crecimiento de los cristales, dando lugar a la formación de rocas ígneas
completamente cristalizadas, de grano grueso. Posterior a la cristalización y
solidificación, estas rocas pueden ser exhumadas por la erosión muchos miles o
millones de años después y se expuestas como grandes masas de las llamadas
rocas graníticas como, por ejemplo,
la espectacular muestra en el Parque Nacional Yosemite y otras partes de las
majestuosas montañas de la Sierra Nevada en California.
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Dos palabras polinesias se emplean para identificas las características
superficiales de los flujos de lava hawaianos. A la izquierda, Aa, basalto con apariencia rugosa,
fragmentada, parecida a escoria de horno. A la derecha, Pahoehoe, variedad más fluida con aspecto suave, satinado y a
veces vítreo. |
La lava es de color
rojo vivo cuando se derrama o esparce desde la abertura pero pronto cambia a
rojo oscuro, negro o algún otro color mientras se enfría y solidifica. La lava
muy caliente, rica en gases que contiene mucho hierro y magnesio es fluida y fluye
como asfalto caliente, mientras que la lava más fría, pobre en gases y alta en
silicio, sodio y potasio fluye perezosamente, como miel espesa en algunos casos
y como masas pastosas, llenas de bloques en otros.
Todos los magmas
contienen gases disueltos, y mientras ascienden a la superficie para
erupcionar, la presión se reduce y esos
gases se liberan tranquila o
violentamente. Si la lava es un fluido ligero (no viscoso) los gases escapan
fácilmente. Pero si la lava es espesa (muy viscosa), los gases no se moverán
libremente pero crearán una enorme presión y finalmente escaparán con violencia
explosiva. Los gases en la lava se pueden comparar con el gas de una botella de bebida carbonatada. Si
se tapona con el dedo la botella y se la sacude vigorosamente, el gas se separa
del líquido y forma burbujas. Cuando se quita el dedo rápidamente, tiene lugar
una pequeña explosión de gas y líquido. Los gases de la lava se comportan de
alguna manera de forma parecida. Su expansión súbita causa las terribles explosiones
que arrojan grandes masas de rocas sólidas, lava, polvo y cenizas.
La separación violenta
de gas de la lava puede producir espuma de roca llamada pumita (o piedra pómez).
Parte de esta espuma es tan ligera –gracias a las numerosas burbujas de gas-
que flota en el agua. En muchas erupciones, la espuma es esparcida
explosivamente en pequeños fragmentos que son lanzados muy alto en el aire en
forma de carbonilla (roja o negra), cenizas (generalmente marrones o grises) y
polvo volcánicos.
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Durante
la erupción de 1959 de Kilauea Iki, la lava y los piroclastos cortaron muchas
de las carreteras del Parque Nacional de los Volcanes de Hawai. |
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La página original es: http://pubs.usgs.gov/gip/volc/nature.html
Mantenida por Kathie Watson
Última modificación 10/12/99